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Adoración Ignis Christi
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Adoración Ignis Christi

Adoración Schoenstatt – Conquistando nuestra Sede

Adorar significa en el sentido más amplio, cumplir por amor la voluntad de Dios” P. José Kentenich

Desde la Juventud surgió la iniciativa de retomar las adoraciones que hacíamos una vez por mes en el oratorio. La invitación era para el Viernes 27/9 a las 19.30hs en la nueva sede

Salimos con tiempo, para llegar tranquilos y preparados… Pero el tráfico en el centro de la ciudad estaba sumamente complicado. Debido una marcha  estaban todas las calles cortadas y con cada desvío nos íbamos alejando más de nuestro destino… Terminamos en el puerto y dando vueltas y más vueltas, finalmente logramos llegar.

El camino hacia donde se iba a realizar la Adoración, estaba marcado por muchas velitas y desde lejos ya oíamos las potentes voces de los jóvenes. Apenas cruzamos la puerta, nos dimos cuenta que estábamos entrando a un mundo maravilloso… Las luces apagadas y el altar iluminado con cientos de lucecitas y velas… Las imágenes de nuestra Mater y el Santísimo irradiaban paz y amor.

IgnisRápidamente nos olvidamos del stress vivido y nos dejamos absorber por el magnetismo de los cantos y oraciones que habían preparado los jóvenes para el encuentro íntimo y personal con Jesús.

Los chicos sentados en el piso y los más grandes desde nuestros asientos unimos nuestro corazón con Cristo presente en el Santísimo Sacramento del Altar que estaba esperándonos con todo su cuerpo, toda su Alma, toda su Sangre, todo su Poder y toda su Divinidad.

Llegué agobiada y con bastante malhumor, pero la fuerza de los cantos, la adoración guiada, me envolvieron y me deje consolar por el Amor divino, sentí en el corazón la ternura del abrazo de la Mater.

Gracias chicos, fue una noche increíble.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar,

Sea por siempre Bendito  y Alabado

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Ignis-

Cuando fui a la Adoración la realidad es que había tenido una semana súper intensa de trabajo y llena de cosas que me impidieron un poco conectar con la Mater durante la semana.

Ese viernes, cuando me quede mano a mano con Ella admirándola, sentí una paz interior que no había sentido en toda la semana. Me entregué por completo con mis fragilidades y fortalezas también para dejar que Ella actuara por mí.

Adorar no significa solo “rendir culto a la persona o cosa que se considera divina” como explica su definición. Para mí, adorar también implica despojarnos de nuestras preocupaciones, inquietudes, etc. y poder ESTAR AHÍ, es decir, estar allí escuchando con todos nuestros sentidos y dejarnos tocar nuestros corazones.

En ese encuentro con la Mater y Jesús, pude notar una sensación que no es muy fácil de describir con palabras, pero me queda reflejada la pregunta de la canción “Camino”: ¿Acaso el corazón no ardía al estar con él? Yo siento que, durante la adoración, ese fuego de Cristo fue conquistando mi corazón para poder estar allí y poder, luego, transmitirlo siendo luz para los demás; quizás sobre todo en aquellas personas o lugares donde es más difícil hablar de Él.

Ser testimonio y luz para los demás, contagiando lo que somos, sentimos y creemos creo que es la idea principal que atesoro de la adoración. Hay una frase del Padre San Alberto Hurtado donde creo se resume un poco lo antes mencionado, que luego se plasma en un libro de él: “Un fuego que enciende otros fuegos”. Sigamos conquistando más fuegos y siendo testigos de ellos.

Mariu Giudice (Juventud Femenina)

 

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