Carta de la Hna. Mariela para la Familia
18 de agosto de 2020
Querida Familia:
Estamos viviendo un tiempo especial en este año 2020. Percibimos la mano del Padre Dios que nos toma como hijos muy queridos, pero sentimos que de vez en cuando se pone los guantes de hierro y ese contacto nos duele.
Desde el 2 de julio estamos viviendo un tiempo que nos ha traído mucho dolor. Ha sido tocado el honor de nuestro Padre y por lo tanto también nuestro honor de Familia. Seguramente él desde el cielo, no se asombra que sucedan estas cosas. Él ya las vivió hace más de 70 años y también durante el tiempo del Exilio. Las acusaciones que ahora aparecen, son las mismas.
¿Qué nos dice a nosotros, como Familia uruguaya todo esto que pasa ante nuestros ojos como una película con escenas sorprendentes y desconcertantes?
Quiero compartir algunas reflexiones personales sobre estos acontecimientos:
- La sorpresa de estas publicaciones en medios de comunicación, en Alemania, a partir de una búsqueda en los archivos vaticanos.
Sabemos que la historiadora no entró al Archivo para buscar eso o por lo menos no fue ese el motivo por el que solicitó investigar.
También sabemos que todo lo que se investiga en los archivos se conserva con carácter reservado.
Y sin embargo fueron afirmaciones sacadas de contexto y con intenciones desconocidas. Pero no cabe duda que esto está en el plan del Padre Dios.
- Estas acusaciones despertaron impulsos muy auténticos por dar una respuesta. No tanto por quien acusaba, sino para que la Familia (nosotros) no se confundiera ante semejante agresión. Y vivimos una experiencia muy fuerte de familia compartiendo la incertidumbre y el dolor. No incertidumbre por no saber si fueron reales los abusos de poder y sexuales, – de esto no se duda – sino por pensar cómo se resolverá esto y qué pasará con el proceso de canonización.
- Permanece la pregunta: ¿qué espera el Padre Eterno de nosotros? ¿Qué nos quiere decir? A mí me surge lo siguiente: esto ha sido necesario para que hablemos más de nuestro Padre, de su carisma específico, pues corremos el riesgo de reducirlo a una linda espiritualidad que nos enriquece. Tenemos que conocer cuál es la misión para la que fue llamado y elegido. Él decía muchas veces lo que se nos ataca es lo que tenemos que acentuar. Por eso es un gran desafío conocer la profundidad de su carisma para llevarlo a la Iglesia y a la sociedad que vivimos.
Permanece la pregunta para cada uno: ¿qué nos dice el Padre Eterno a cada uno de nosotros y que espera que hagamos?
Este mes de agosto es un mes importante para nuestro País; nuestro Padre estuvo del 14 al 30 en Nueva Helvecia. El 15 bendijo y se colocó la imagen de la Mater en el frente del Colegio. A continuación dio un retiro muy importante para las hermanas y el 20 realizaron con él la “Alianza filial” y el 24 de agosto coronó a la Mater en el Santuario.
Poseemos una gran herencia. ¿Qué hacemos con ella? Si volviera a visitarnos el Padre este año, ¿qué le diríamos?
Recemos cada uno y como Familia, pidiéndole a él que encienda nuestro corazón con el fuego del suyo.
Fuego de su fuego
Alma de su alma
Eres grito y voz
en la tempestad,
eres fuego que nos lleva al Sol.
Hna. Mariela
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