Carta de la Hna. Mariela y nombre de la Sede
Día de Alianza, 18 de junio de 2020
Querida Familia!
Estamos viviendo un nuevo día de Alianza en medio de la Pandemia. Es el cuarto día de Alianza que vivimos sin poder celebrar la Misa de Alianza.
Pero nos alegramos que poco a poco, ya podremos tener celebraciones y reuniones presenciales, respetando los protocolos.
¿Qué nos deja este tiempo de Pandemia? ¿Qué hemos aprendido? ¿Nos hemos enriquecido en nuestras familias y personalmente? ¿Qué nos deja como Familia de Schoenstatt?
Uno de los regalos que hemos recibido en este tiempo de Pandemia, ha sido la profunda experiencia de Familia internacional. En la coronación del 15 de abril, coronando a la Mater como Reina de la salud física y espiritual, pudimos experimentar que somos una Familia extendida por todo el mundo. Con asombro constatamos que esa coronación se vivió en todos los continentes y que todos –motivados por la inseguridad y temor que nos genera este coronavirus– vibramos con una confianza inmensa en nuestra Reina.
Con esta experiencia también vivimos la unión de la Familia en torno a nuestra fuente de vida: el Santuario original.
Una celebración tan sencilla, sin presencia de multitudes, pero que sin embargo hizo vibrar a multitudes en el amor al Santuario, a la Reina y a la gran misión que hemos recibido como Familia; con una confianza inderrocable en el poder y la bondad de nuestra Madre para responder a las necesidades que nos presentó esta pandemia. En youtube hubo más de 170.000 conexiones y en la mayoría de esas conexiones estarían presentes varias personas. Y seguramente en otras redes se habrán conectado muchísimos más.
La coronación del 31 de mayo en Chile, como Reina de la Misión, cerró esta corriente de gracias en torno a nuestra Reina.
Ha sido un juego magistral de la Providencia, que dada la imposibilidad de salir y de llegar a nuestras Iglesias, hemos conquistado, profundizado o reconquistado la vida en torno a nuestros Santuarios del hogar. Muchos se han unido a la coronación internacional, coronando a la Mater en su Santuario del hogar y han centrado su vida religiosa en torno a este altar de gracias.
Y el concierto internacional con el que se dio apertura a la Página web oficial de Schoenstatt fue otra vivencia de Familia tan diversificada, amplia, multifacética, donde todos tenemos un lugar. También nosotros tuvimos nuestros representantes en ese concierto.
Y como “final feliz” de esta cuarentena, hemos llegado a definir el nombre de nuestra Sede.
Ya desde el mes pasado veníamos trabajando para descubrir cuál debía ser el nombre que la Mater y el Padre quisieran ponerle a nuestra Sede. Hicimos propuestas, votamos y llegamos a tener varios nombres con contenidos muy similares. En la última reunión de Consejo de la Familia hicimos un trabajo de profundización para clarificar la formulación que recogiera los contenidos que más nos movilizan. Así llegamos al nombre que queremos compartir con toda la Familia:
TERRUÑO DE MARÍA
Y ahora podremos bendecir nuestra Sede, nuestro “Terruño de María”. Posiblemente nuestro Cardenal la bendecirá el 15 de agosto.
Salimos de esta cuarentena fortalecidos como Familia. Aunque estuvimos encerrados, no estuvimos aislados. Hoy somos una Familia que se hizo más consciente de la riqueza que posee y por eso de la gran responsabilidad para regalar a nuestro País una Familia, que como porción de Iglesia recibió un carisma que es respuesta para las grandes necesidades del hombre actual.
CÁNTICO AL TERRUÑO
¿Conoces aquella tierra cálida y familiar
que el Amor eterno se ha preparado:
donde corazones nobles laten en la intimidad
y con alegres sacrificios se sobrellevan;
donde, cobijándose unos a otros,
arden y fluyen
hacia el corazón de Dios;
donde con ímpetu brotan fuentes de amor
para saciar la sed de amor que padece el mundo?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
¿Conoces aquella tierra abundante y pura,
reflejo de la Belleza eterna:
donde las almas nobles y fuertes
se desposan con el Cordero de Dios;
donde ojos transparentes irradian calor
y manos bondadosas alivian los dolores;
donde esas manos sin mancha
continuamente se juntan en oración
para conjurar los poderes demoníacos?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
¿Conoces aquella tierra, imagen fiel del cielo,
ese reino de libertad
tan ardientemente anhelado:
donde la inclinación a lo bajo
es vencida por la magnanimidad y la nobleza;
donde los menores deseos de Dios comprometen
y reciben alegres decisiones por repuesta;
donde, según la ley fundamental de amor,
la generosidad siempre se impone victoriosa?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
¿Conoces aquella tierra transida de alegría,
porque en ella el Sol
nunca tiene ocaso:
donde los corazones viven en el reposo
por la posesión de los bienes eternos;
donde los abundantes dones de Dios
reconfortan el corazón y la voluntad;
donde el amor, como una vara mágica,
transforma con prontitud la tristeza en alegría?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
¿Conoces aquella tierra, ciudad de Dios,
que el Señor se ha construido:
donde reina la veracidad,
y la verdad domina todo y sobre todo triunfa;
donde las santas normas de la justicia
determinan lo que se hace y lo que se evita;
donde el amor une
los corazones y los espíritus,
y el Señor y Maestro empuña el cetro?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
¿Conoces aquella tierra preparada para el combate,
acostumbrada a vencer en todas las batallas:
donde Dios se desposa con los débiles
y los escoge por instrumentos;
donde, no fiándose
de las propias fuerzas,
todos confían heroicamente en El
y están dispuestos a entregar por amor,
con júbilo, la sangre y la vida?
Yo conozco esa maravillosa tierra:
es la pradera asoleada
con los resplandores del Tabor,
donde reina nuestra Señora tres veces Admirable
en la porción de sus hijos escogidos,
donde retribuye fielmente los dones de amor
manifestando su gloria
y regalando una fecundidad ilimitada.
¡Es mi terruño, es mi tierra de Schoenstatt!
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