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Navidad 2021 – Saludo de la Hna. Mariela

Navidad 2021 – Saludo de la Hna. Mariela

Querida Familia:

Ya a las puertas de la gran noche en que se nos regala el Niño Dios, quiero saludarlos y desearles una FELIZ Y SANTA NAVIDAD!

Hemos recorrido un año lleno de desafíos, de pruebas y también de grandes alegrías. Hemos  vivido buscando  la voluntad del Padre para realizar nuestra misión en medio de un año más de Pandemia, de dolor y de confianza.

Pero sobre ese panorama la alegría de saber que ese Niño que nace hoy nos conduce  por todos los caminos y nos confía a su Madre para que sea ella la que nos cobije y nos aliente, nos enseñe a caminar seguros en su Poder y su Bondad.

Junto al Pesebre del Santuario de Nuevo Schoenstatt rezo por toda nuestra Familia, por cada uno, para que pueda vivir la alegría de la fe en ese Niño que es nuestro Dios, que nos ama y se entrega a nosotros para regalarnos su paz y su riqueza.

Una leyenda que cuenta el Papa Francisco en la Nochebuena de 2019, me ha guiado en la reflexión de este Adviento y  se las comparto para que seamos como ese Pastor, que por ser pobre, recibe lo más grande.

“Una hermosa leyenda cuenta que, cuando Jesús nació, los pastores corrían hacia la gruta llevando muchos regalos. Cada uno llevaba lo que tenía: unos, el fruto de su trabajo, otros, algo de valor. Pero mientras todos los pastores se esforzaban, con generosidad, en llevar lo mejor, había uno que no tenía nada. Era muy pobre, no tenía nada que ofrecer. Y mientras los demás competían en presentar sus regalos, él se mantenía apartado, con vergüenza. En un determinado momento, san José y la Virgen se vieron en dificultad para recibir todos los regalos, muchos, sobre todo María, que debía tener en brazos al Niño. Entonces, viendo a aquel pastor con las manos vacías, le pidió que se acercara. Y le puso a Jesús en sus manos. El pastor, tomándolo, se dio cuenta de que había recibido lo que no se merecía, que tenía entre sus brazos el regalo más grande de la historia. Se miró las manos, y esas manos que le parecían siempre vacías se habían convertido en la cuna de Dios. Se sintió amado y, superando la vergüenza, comenzó a mostrar a Jesús a los otros, porque no podía quedarse sólo para él el regalo de los regalos.”

Querida Familia, sí, hemos recibido “el regalo de los regalos” y podemos gozar por sabernos predilectos, pero también debemos regalarle ese tesoro a todo aquel que se encuentra con nosotros.

MUY FELIZ NAVIDAD Y MUCHA ALEGRÍA Y ESPERANZA PARA EL AÑO QUE COMIENZA!

Con un saludo personal a cada uno,

Hna. Mariela

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