Nuestro Ideal es ser SAGRARIO VIVO, y el mismo está profundamente vinculado a la imagen de María, pues Ella fue el primer Sagrario. Queremos proyectarnos en el Nazareth del Padre, aportar al Capital de Gracias de la Familia nuestra aspiración a la Santidad de la vida diaria, en el ámbito laboral donde ejercemos especialmente nuestro apostolado.
Buscamos ser un santo anillo de fidelidad: unido y solidario, una colonia del cielo, en la que madura como regalo permanente el hombre sobrenatural y profundo, que ve a Dios detrás de las cosas, cuya característica y misión consiste en una permanente preocupación para que a nuestro alrededor el cielo toque la tierra.
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