Una joven de Uruguay en Burundi
AMAHORO!
Esta fue la primera palabra que aprendí en Kirundi que significa paz, y también es la forma de saludarse, junto con un abrazo.
Con mucha incertidumbre, ansiedad y miedo el 10 de enero me subí al avión con destino Bujumbura.
Fue poner pie en Burundi que todas esas dudas desaparecieron y simplemente me puse en manos de la Mater.
El 26/1/22 le escribí por primera vez al Padre Claudio, contándole mi anhelo por ir de voluntaria a África. Después de soñarlo, rezarlo y hablarlo por un año, acá estoy.
Posiblemente sea de las primeras veces que escuchan al país Burundi, sin dudas la primera vez que yo lo escuché fue el 15/1/22 cuando María me contó que el movimiento de Schoenstatt era enorme ahí.
Y sin dudas, así es. Llegué a mi nueva casa, a dos pasos del Santuario, y puedo con mucha felicidad decir que la Mater siempre está muy bien acompañada.
Lo primero que me contaron de Burundi es la fe de las personas, una fe que inspira, una fe proactiva, con muchas ganas de hacer algo. Esas mismas ganas fueron las que me llevaron hoy a estar acá.
Por primera vez no tengo un plan, ni sé qué me espera. Es todo nuevo, y es día a día que voy descubriendo Burundi.
Cada persona que fui conociendo me hizo sentir muy bienvenida, como en casa.
¡Todo por amor y con alegría!
Cami Pandolfi
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.