Grupo Peregrinos en Aquiles Lanza
3 de mayo de 2024
Servir desinteresadamente
El domingo pasado, no fue un domingo más, sino un domingo diferente. Un día lleno de energía, amor, y pura alegría, alegría de Dios.
Algunos quizás renunciaron al descanso, a las juntadas familiares /con amigos, o incluso dejaron su tiempo libre para servir al más necesitado.
Y de eso se trata; Jesús nos dice “ámense los unos a los otros como yo los he amado a ustedes”. Amar, amar es entregar, es darse sin pedir nada a cambio.
Y así fue que, una comunidad de jóvenes llenos de amor y alegría ofrecieron su día para entrégalo al que más lo necesita.
Desde temprano, manos a la obra. Cortando, preparando, cocinando ese guiso, que no solo iba a llenar panzas, sino que también, corazones.
En cada acción se veían únicamente sonrisas, ganas, la alegría de Dios; y pura luz tal como estaba el día. ¡Pareciera que nuestra entrega, nuestro entusiasmo, se viera reflejado en el día lleno de sol que nos tocó!
Cocinamos, salimos con invitaciones para el guiso, y después compartimos en la misma mesa todos juntos. Compartimos sin importar a quien tenía sentado al lado mío, compartimos desde el corazón, desde el querer transformar a los demás.
Si me preguntaran si volvería a vivir lo mismo, diría una y mil veces que sí. Fue decir que no a mí misma, para decirle que Sí a Dios.
A veces es necesario salir de nuestra zona de confort para dejarnos transformar por Jesús y por la Mater.
Y así fue, fui sin nada, y me volví llena. Me volví llena de alegría contagiada, llena de agradecimientos, llena de fe.
Algo a desacatar de este día que me movió, fue el cierre. Fue ver a niñas cantando a todo pulmón “Huracán”.
Chan, se me pusieron los pelos de punta.
Por un momento pensé… cómo fuese esto posible sin que Dios estuviera en el medio de todo esto?
¿Cómo los chicos podrían estar cantando Huracán, sintiendo la presencia de Dios vivo si faltaran los jóvenes que semana a semana van a compartir con ellos y llevando a Dios?
Quizás a veces, creemos que nuestra presencia entre tanta gente no lo vale; pero es en estos actos, donde te das cuenta que cada uno de nosotros, VALE.
Madre Teresa dice: “A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menso si faltara esa gota.”
Y así es, por momentos sentimos que lo que hacemos, no da su fruto, o no nos creemos suficientes; pero… Dios, no se deja ganar en generosidad. Es necesario perseverar y llevar SU luz, y Él, se encargará de dar SUS frutos a su manera y a sus tiempos.
Sigamos sirviendo, amando y entregando.
Todo da fruto si es por amor.
María Paz Sánchez
Juventud Femenina
Video disponible en YouTube