Carta de la Hna. Mariela
Querida Familia:
Hace pocos días, hemos recibido una propuesta de Mirta García, para conquistar el Sagrario para el retablo del futuro Santuario de Montevideo.
La idea ha tenido tan lindos ecos, que podemos constatar que es una inspiración del Espíritu Santo que nos propone un nuevo camino de conquista de la misión para nuestra Patria.
Ir completando el retablo, con lo que constituye la parte más sagrada del mismo, es un desafío hermosísimo que la Mater nos propone para no detenernos en la misión que ella quiere realizar en el país y específicamente en Montevideo.
Ella quiere traer a Cristo al mundo, como lo hizo en Nazaret cuando aceptó la propuesta del Ángel y cuando en Belén dio a luz a su hijo. Ella quiere traer a Jesús a nuestro corazón, a nuestra Familia de Schoenstatt, a nuestra parroquia, a nuestra diócesis.
En la carta pastoral que recientemente escribió el Cardenal Sturla y de la cual nos habló en el Conversatorio del 7 de este mes, expresaba la “secularización de la fe”.
“Se habla de una fe ‘a la uruguaya’ que es un humanismo deísta o agnóstico imbuido de valores humanos positivos pero que, al irse alejando de la fuente evangélica, se vuelve un boomerang. Esa ‘fe madura’ ilustrada, humanista, antropocéntrica, se contrapone a una llamada ‘fe mágica’ que cree aún en Dios tal como fue revelado por Jesucristo.
En general la ‘fe a la uruguaya´ no engendra católicos mientras que las familias que mantienen esa ´fe mágica´ la transmiten a sus hijos y esto configura la Iglesia de mañana”.
Frente a esta realidad, la Mater se ha instalado en el Santuario de Nueva Helvecia y quiere tener su Santuario en Montevideo, porque quiere crear esa tierra donde crecen hijos de un Dios cercano y personal, que conduce a cada uno y al mundo entero con su amor providente y misericordioso.
Nosotros, como hijos de la Mater, como hijos de Schoenstatt, estamos llamados a regalar una fe sencilla, cálida y personal en ese Dios, descubriéndolo en todas las circunstancias de la vida, en todas las pruebas y dificultades y dejándose conducir por Él para realizar su plan de salvación.
Frente a una sociedad que huye de Dios, nosotros queremos buscar afanosamente al Dios de la vida, el Dios de los altares y de nuestros corazones.
Frente a una sociedad que quiere sacar u ocultar los signos religiosos, nosotros queremos construir un Santuario donde todo aquel que llegue, experimente la cercanía y la calidez del amor de la Mater y de Jesús en el Sagrario. Y queremos llevarle nuestras Peregrinas a sus hogares, para que puedan vivir ‘en casa’ el amor de la Madre que los busca y los quiere cobijar.
Tiempos de Dios, frente a tiempos sin Dios. Personas llenas del amor de Dios y de María, frente a personas huérfanas, descreídas, sin esperanza.
Les propongo que acompañando la conquista material del Sagrario, lo conquistemos también espiritualmente, con pequeños encuentros con Jesús durante el día y con visitas a los sagrarios de nuestras Parroquias.
Cuando San Juan Pablo II asumió su Pontificado, usó una expresión que hoy se convierte en consigna para nosotros “No tengan miedo. Abran las puertas a Cristo”
Juntos le pedimos a nuestra Madre que nos enseñe a abrirle la puerta de nuestro corazón a Jesús que quiere vivir en nosotros y llenar nuestra vida con su presencia.
Hna. Mariela González
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