Carta del P. Tommy

Querida Familia,

Desde hace muchos siglos y en muchas partes del mundo, el mes de mayo está dedicado especialmente a la Santísima Virgen. En este mes se festejan tres fiestas marianas importantes en Uruguay: el 13 de mayo, día de Fátima; el 24 de mayo, día de María Auxiliadora, una devoción muy popular en América Latina y particularmente dentro de la familia salesiana; y el 31 de mayo, fiesta de la Visitación.

Para los schoenstattianos, el 31 de mayo tiene también otra connotación: celebramos en esa fecha el tercer hito de la Familia de Schoenstatt. Este tercer hito tuvo lugar en el santuario de Bellavista, en Santiago de Chile, el 31 de mayo de 1949; sin embargo, la irrupción de gracias de ese acontecimiento alcanzó a la Familia de Schoenstatt de todo el mundo. La carta que el Padre José Kentenich colocó sobre el altar del Santuario ese día, es un alegato profético contra lo que él llamaba el mecanicismo de la Iglesia en Europa y, especialmente, en Alemania. Esta carta le significó, luego, casi 14 años de exilio. Recién al finalizar el Concilio Vaticano II, su persona y su carisma serían reivindicados.

El mecanicismo en la Iglesia, advertía el Padre Kentenich, separa las ideas de la vida. Dios queda relegado al ámbito de la especulación teológica o al ritualismo litúrgico dentro de los templos. En su carta, el Padre Kentenich proclamaba lo que luego se llamaría la cruzada por el pensar, amar y vivir orgánicos. Nuestro Dios, decía el Padre Kentenich, es el Dios de las ideas y de la liturgia, pero también, de modo fundamental, es el Dios de la Vida, de nuestra propia vida, de la historia. El Señor camina constantemente a nuestro lado, interactuando con nosotros, como con los discípulos de Emaús. Vivimos en la presencia permanente del Padre y del Espíritu Santo. Una tarea importante para nosotros consiste en descubrir la presencia de Dios y su voluntad, que se expresa en la historia. Esto es lo que conocemos como Fe Práctica en la Divina Providencia.

Reflexionando sobre cuál es la voluntad del Señor para nuestra familia de Uruguay, veo que el Señor nos está animando a crecer en vitalidad y entusiasmo, a llevar nuestro carisma a ámbitos más amplios. ¡Schoesntatt en salida! El lugar estratégico que nos dieron para la nueva sede, la bendición de la capilla en Provi, el dinamismo de la Campaña de la Virgen Peregrina y la fecundidad de las misiones juveniles de Semana Santa, son todas señales fuertes en este ámbito.

El lema de este año: “Familia de María, conquistemos nuestro hogar” nos indica que la Madre Tres Veces Admirable quiere marcar más su presencia en nuestro país. No solo la sede, sino todo Uruguay tiene que ser morada de María. ¡Qué lindo signo en ese sentido fue la bendición de la ermita en la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat en Aires Puros!

Aprovechemos lo que queda de este mes y en particular la fiesta del tercer hito, para renovarnos en nuestra condición de aliados. Algunos me dicen que la vida espiritual en Uruguay comienza recién después de Semana Santa. ¡Así que ya podemos sacarnos la modorra! Los desafíos son grandes, pero el Señor y la Mater nos necesitan para una gran misión.

¡Bendiciones! Un saludo afectuoso en Cristo y María,

Tommy Nin Mitchell