Saludo de Navidad del P. Tommy

Querida Familia de Schoenstatt de Uruguay,

Desde el Santuario de Sion del Padre les quiero desear una muy bendecida Navidad y un muy buen Año Nuevo 2020.

Les comparto una imagen del pesebre que me gusta mucho. Muestra un espacio chico, apretado pero que, sin embargo, está lleno de vida. Alrededor del Niño recién nacido se reúnen la creación de Dios y las obras de nuestras manos, la dignidad inmensa del ser humano y a la vez, su inherente pobreza y sencillez. El Niño Jesús nació en un pequeño espacio físico, pero fue acogido en la enormidad de los corazones de María y de José. El amor y la alegría de la Natividad se contagió, no sólo a los pastores y a los magos, sino a toda la Creación; ya que todos esperaban la Salvación.

Así es también en nuestros días, el Niño Dios no exige mucho, está dispuesto a nacer en el pequeño espacio que preparemos en nuestro corazón. Desde allí, desde nuestro interior, quiere irradiar su ternura y alegría. Ojalá que cada uno de nosotros y nuestros seres queridos puedan recibirlo esta noche.

Nuestra Familia de Schoenstatt uruguaya también es pequeña y sencilla, alegre y llena de vida. Tenemos muchos más desafíos que fuerzas, pero así ha sido siempre en la historia de Schoenstatt: la magnitud de la misión contrasta con la pequeñez de los instrumentos. Sin embargo, sabemos que no caminamos solos: tenemos a María como nuestra Madre y Aliada.

De la misma manera que el país cambió sus autoridades, en Montevideo renovamos las nuestras. Un agradecimiento especial a aquellos que trabajaron arduamente durante estos años en la coordinación diocesana, la Obra Familiar y la Juventud. Mi oración y bendición para los que están comenzando.

Que esta Nochebuena nos encuentre como familia en torno al pesebre, maravillándonos del milagro silencioso que ocurrió en Belén y alegrándonos por el amor que Dios nos tiene.

Les envío mi bendición sacerdotal, su hermano,

Tommy Nin Mitchell