Carta del Padre Tommy a la Familia
Sion del Padre, 18 de mayo de 2021
Querida Familia de Schoenstatt,
Desde Sion del Padre, en Argentina, les deseo a todos un muy bendecido día de Alianza. Estamos en el mes de mayo y llevamos casi un año y medio desde que comenzó la pandemia del coronavirus en el mundo. Muchas familias están sufriendo las consecuencias de este flagelo. ¡Cuánta gente ha perdido seres queridos por culpa del coronavirus! ¡Cuántos están internados, incluso luchando por sus vidas! Pero la pandemia ha traído también graves problemas económicos y sociales. Aquí en Argentina, por ejemplo, los niños de la provincia de Buenos Aires llevan casi un año y medio sin clases presenciales.
Muchos países del mundo festejan en el mes de mayo, el mes de María. Y aunque tanto en Argentina como en Uruguay, lo celebremos antes de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, es bueno acentuar nuestra súplica a la madre de Dios para que se corone como Reina del coronavirus, nos ayude a superar esta pandemia y nos regale fuerzas para ser instrumentos de bien y de bondad allí donde estemos.
Una muy linda oración para rezar en este tiempo, incluso varias veces al día, es la Oración de Confianza del Hacia el Padre. Los invito a rezarla juntos:
En tu poder y en tu bondad fundo mi vida;
en ellos espero confiado como niño.
Madre Admirable, en ti y en tu Hijo,
en toda circunstancia, creo y confío ciegamente. Amén
En una charla que tuve con los matrimonios hace unos días, les decía que la pandemia también hizo que adquiramos nuevos hábitos y cambiemos otros. Algunas cosas dejaron de tener tanta importancia y otras pasaron a ser muy importantes. Nadie duda que el cuidado de la higiene y el uso del tapabocas es fundamental para la salud física. Sin embargo, puede ser que nos olvidemos que es igualmente importante para el cuidado de la salud del alma. ¿A qué me refiero? Las casas cristianas no solo tienen que mantenerse libres de virus sino también libres de la mugre que muchas veces se transmiten a través de las redes. Ahora, más que nunca, nuestros hogares tienen que ser verdaderos santuarios e Iglesia doméstica. ¡Hay que cuidar la higiene espiritual del hogar!
También el encierro, las preocupaciones y el malestar que muchos tienen, nos pueden jugar malas pasadas en las relaciones. Hemos escuchado de muchas familias que han tenido crisis graves debido a la acentuada convivencia. Hoy, la mayoría de las cosas que decimos están mediadas por la tecnología y luego quedan grabadas. Por eso, es bueno pedirle al Espíritu Santo que nos regale un tapabocas espiritual en la forma del don de la prudencia.
También ocurre, en ciertos casos, que tanta comunicación a distancia, ha sido en desmedro de la comunicación al interior del hogar. Todos pedimos constantemente tener una buena conexión a Internet, agreguemos a esas peticiones, tener una buena conexión al interior del hogar y con la Santísima Trinidad. De esa manera cuidamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu para el Señor.
Les envío a cada uno mi bendición y mi oración desde el santuario.
P. Tommy Nin Mitchell
“Quedamos en eso, permanecemos fieles”
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