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Conversatorio: El mensaje del P Kentenich en Uruguay

Conversatorio: El mensaje del P Kentenich en Uruguay

El jueves 7 de septiembre tuvimos el Conversatorio virtual sobre el «Mensaje del Padre Kentenich en Uruguay» y «Nuestro aporte a la Iglesia Uruguaya» con la Dra. Hna. Ma. Elizabet Parodi. También nuestro Cardenal, Mons. Daniel Sturla nos grabó un video sobre su última carta pastoral «Devuélveme la alegría de tu salvación». Finalizamos con un intercambio en base a estas dos propuestas.

 

Desde la Ermita de Punta del Este, nos unimos a esta charla sobre la visita del P. Kentenich al Santuario de Nueva Helvecia.

Desde el comienzo ya nos llegó al corazón la explicación del formato del conversatorio en la que se ve la originalidad del camino de la Familia Schoenstatt pues supone un diálogo: de la Hermana y el padre Kentenich. Nos centramos en dos temas que nos ofreció la Hna. Elizabet:

  • A qué vino el P. Kentenich a Uruguay? y
  • Qué nos diría hoy el Padre?

Sentimos que vino a ver a la Mater, tan lejos de Schoenstatt, pero tan cerca de esa Familia que empezaba a surgir en tierras uruguayas.

Y hoy nos diría que en el Padre Nuestro que rezamos todos los días, le pidamos a Dios que ese Reino perfore nuestro corazón y nos dejemos mirar por ese Dios que nos quiere.

Agradecemos a la Hna. Elizabet, la charla que con tanto cariño nos ha brindado, para saber del paso de P. Kentenich por el Santuario de Nueva Helvecia que con su paternidad es un transparente que nos lleva a Dios.

Maite Lausen – Punta del Este

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El padre era un sacerdote de la congregación  de los Palotinos que venía de Alemania donde había finalizado la guerra.  Tenía 61 años, hacía 33 años que se había  fundado Schoenstatt. Cuando llegó a Nueva Helvecia se sintió como en su casa, una ciudad fundada en el año 1862 por  inmigrantes suizos y alemanes.

El quería agradecer a la Mater  y a los colaboradores junto con las Hermanas llegadas en los   años 33 y 35 dejando todo y empezando de cero. El venía a buscar aliados. Era un hombre  con un gran carisma. Muy importante.

Quería llevar a la Virgen a todo el Uruguay y América latina. Tomó contacto con las familias latinas que tenían una mentalidad más abierta. Eran años donde la superiora general  se había puesto en su contra  y la Iglesia  no veía bien el tema de los Movimientos.  El permaneció del año 47 al 50 en Nueva Helvecia y nos ayudó a ver qué quería el Padre Dios para su Familia.

Era una persona tocada por lo Divino. Compenetrada con Dios, había coherencia y unidad entre lo que decía y hacía, era una persona confiable. Nos toma de la mano y nos lleva.

Muy agradecido con Uruguay  que  hizo posible la  expansión a nivel Internacional de la Familia,  nos regaló el ideal de Nazaret  que tiene que ver con las 3 Gracias que la Mater regala en el Santuario. Aprendimos a ser Familia, hijos de Dios.

En el año 47 nace el símbolo del ojo del Padre. La mirada de un Padre que es un Dios no con autoritarismo, sino con amor de padre y madre que vela por nosotros. La  gracia del cobijamiento nos hace posible llegar al Santuario así como somos cotidianamente. El padre Kentenich vivió en una casa como la nuestra, era un ser humano que podía tener equivocaciones, es cercano, el vivió antes que nosotros los ideales a los que aspiramos, nos puede guiar.

El símbolo está comprendido en el Padrenuestro, en la puerta del Santuario nos dice «Venga a nosotros tu Reino», es una expresión del envío. El mundo de los vínculos, si Dios nos mira podemos ser distintos. Dios nos transforma. «Hágase tu voluntad aquí en la tierra» es la fase cumbre de la Alianza de Amor, la  gracia de la transformación.

«Venga a nosotros tu Reino» que el Reino de Dios descienda a mi corazón, que sea ese Su lugar en el mundo.

La gracia más grande de envío es el apostolado, nos preguntamos: ¿Qué puedo hacer por la Iglesia  hoy? Debemos abrir el corazón a Dios y así poder transmitirlo a los demás.

¿Qué nos vino a decir el padre Kentenich? Nos dijo que abramos el corazón,  si Dios ilumina mi corazón, yo soy su Reino. Firmamos una Alianza Filial con Dios a través  de María.  Nos preguntamos para qué vino y qué nos dijo el padre Kentenich.

El nos pidió: ¡vive tu Padrenuestro, el sentido del Santuario es acercarnos a Dios. Debemos  meditarlo.

La Alianza Filial me acerca a Dios, a vivir el Padrenuestro en mi vida y que Dios llegue  a través de mí a otros. Padre Kentenich ayúdanos a vivir como tú viviste la Alianza. Que demos pasos firmes de su mano.

Susana Fernández – Montevideo

 

Para los que deseen ver el video del Conversatorio:

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