Providencia

Estamos cerca, compartimos el camino

En el marco de la Semana de la Virgen bajo el lema “Estamos cerca, compartimos el camino”, vivimos una semana cargada de encuentros, disfrute y celebración del camino construido junto a los estudiantes, familias y educadores. Por sexto año consecutivo iniciamos la semana con la jornada de mantenimiento, luego realizamos la Expo Provi en la que compartimos todo lo trabajado en el año, una Misión por la comunidad y cerramos con la celebración de la Misa.

El lema responde a una observación profunda de cómo ha sido el año y cómo lo hemos vivido como comunidad educativa: un año en el que encontramos nuevas formas de estar cerca, de acompañarnos en este camino de aprendizajes y en el construímos vínculos nuevos y significativos.

En la Semana de la Virgen celebramos el aniversario de Providencia y, sobre todo, celebramos y agradecemos el tener a la Virgen María que nos acompaña siempre y nos guía. Esta semana “termina de redondear el sentido más profundo que tiene el centro educativo que es pedirle a María y a Dios que desde acá atraiga corazones y los transforme”, señaló Florencia Ortigoza, coordinadora de Pastoral.

La semana comienza con “la Jornada de Mantenimiento como gesto para dar el arranque y preparar la casa. Cuando una familia se está por preparar para una gran fiesta, lo primero que hace es ordenar su casa, ponerla linda. Este es el sentido más profundo de la jornada, poner linda nuestra casa común que es Provi. Nuestro punto de encuentro es Provi”, nos dijo Florencia.

Luego realizamos la Expo Provi que surge con la intención de compartir a compañeros de otros programas, familias y vecinos  los procesos educativos de los chiquilines y los educadores a lo largo del año. Es una oportunidad para mostrar lo que hacemos desde cada programa y en donde toda la comunidad participa. La Expo Provi se vive con mucha alegría, color y con una gran dedicación y esfuerzo en las muestras que realizan los chiquilines. “La Expo Provi fue creciendo hasta convertirse en uno de los atractivos más lindos que tiene la Semana de la Virgen”, dijo Florencia.

Lucía Durand, maestra de 5to y 6to del Club de Niños, nos contó que su grupo de estudiantes realizó un trabajo en equipo junto a los educadores referentes de Laboratorio Digital y Arte. Fue así que elaboraron un producto común. Realizaron un cuento, que luego digitalizaron, hicieron la tapa y contratapa y retratos de arte con una parte de ese texto.

Además, los chiquilines de 6to del Club de Niños presentaron un stand del sistema solar y los distintos planetas en una maqueta. “Se separaron en duplas y cada dupla estudió un planeta, lo compartieron con sus compañeros y después lo compartieron en la Expo con las familias”, nos dijo Lucía. Los chiquilines viven esta instancia con mucho entusiasmo y alegría. “En este año tan atípico en el que se han visto tan poco con el resto de sus compañeros, la Expo Provi era como la excusa para volver a verse todos”, agregó.

A modo de cierre de esta semana tan especial realizamos una salida de Misión por el barrio y celebramos la Misa como comunidad. La Misión consiste en salir al encuentro con la comunidad. “Tiene el sentido de poder darle la oportunidad a los chiquilines y a nosotros los educadores de salir a conocer el barrio, acercarnos a los vecinos que capaz no están tan vinculados a Providencia”, señaló Ignacio Garbarino, educador del Club de Niños.

De la misión participaron los chiquilines de catequesis del Liceo y de 5to y 6to del Club de Niños, junto a educadores de Providencia. Nos dividimos en grupos y fuimos al encuentro de los vecinos con la consigna de invitarlos a enviar buenos deseos a algún familiar o alguien importante en su vida. Para eso llevamos una caja decorada con el lema de la semana, la cual firmaban y también les entregamos una velita para ellos y otra para regalar. Se aprovecha la visita para invitar a los vecinos a participar de la Misa de cierre y manifestarles que Providencia es un espacio de puertas abiertas que cuenta con una capilla a disposición del barrio.

“Provi es Misión porque Provi nace de una misión y nace de esa primera misionera que fue doña Lucía. Provi es misión incluso hasta para aquellos que no practican la fe. Es una misión pedagógica, social, misión por donde lo mires”, remarcó Florencia y agregó “tiene mucho de abrir el corazón para dejarse sorprender”.

Cerramos la Semana de la Virgen con la celebración de la Misa en la que compartimos la lectura de los discípulos de Emaús acompañada con una representación actoral de los educadores. Aprovechamos este momento para intercambiar, reflexionar y profundizar en todo lo vivido este año, cargado de desafíos, y agradecer el estar juntos y el camino construido.

Una semana de encuentros con las familias y la comunidad

Entre el 21 y el 23 de setiembre, como todos los años realizamos “Provi en salida”, momento en el que los educadores salen a recorrer el barrio y a visitar a todas las familias de los chiquilines del Club de Niños.

El objetivo de esta actividad es dedicar un tiempo para encontrarnos con las familias desde otro lugar. Es por eso que salimos a recorrer el barrio, llegar a las casas de los niños y niñas y compartir un momento de encuentro y de charla.

Desde el 2015 “Provi en salida” es un mojón en el año, un momento clave en el vínculo y en las formas de acompañamiento que queremos vivir con las familias. Nace de la intención explícita de construir una comunidad educativa junto a las familias, una comunidad que viva una experiencia de unidad, encuentro y cercanía.  “Poder sentarnos, compartir un momento, que ellos nos cuenten cómo ven a Provi, qué cosas les gustaría hacer, qué cosas les gustaría mejorar y nosotros poder contarles de los chiquilines”, nos contó Leticia Dubcovsky, coordinadora del Club de Niños.

Por un lado, “Provi en salida” busca motivar el involucramiento de las familias con la propuesta educativa y profundizar los vínculos. Por otro lado, es una oportunidad para que los educadores conozcan más el barrio, sus organizaciones sociales y sobre todo los hogares de los chiquilines. Pero además, un punto fundamental de estos encuentros es tener un espacio para escuchar preocupaciones, preguntas, ideas que les interesa sumar y charlar sobre otros temas de la vida cotidiana.

Tomando en cuenta las medidas sanitarias, mediante el uso de tapabocas y distanciamiento físico, fuimos al encuentro de las familias que nos esperaron y recibieron con las puertas abiertas. “Este año tan particular se habló mucho de la pandemia, de cómo la transitaron, de cómo estuvieron acompañando el proceso escolar en la escuela y en el Club de Niños”, agregó Leticia.

Para los educadores esta es una actividad muy valiosa para profundizar vínculos, intercambiar y enriquecerse a partir de esa retroalimentación. “Los educadores lo que más destacan es la posibilidad del encuentro y de conocer a las familias más a fondo”, comenta Leticia.

“Es una actividad que nos interpela mucho a todos, tanto a los educadores como a las familias”, destacó Micaela Martínez, psicóloga del Club de Niños. La familia, es parte fundamental de la comunidad educativa, por eso, desde Providencia nos proponemos construir juntos pensando en los chiquilines. Fortalecer el vínculo con las familias, encontrar instancias de retroalimentación, dialogar y compartir, es central para Providencia para construir comunidad.

Con mucha alegría en el Centro Educativo Providencia comenzó los espacios de “Catequesis” con los chiquilines del Club de Niños, y de “Despertate” con los estudiantes del Liceo. El espacio inició en un clima muy cálido, con actividades lúdicas, con momentos de reflexión, intercambio y encuentro.

Es una instancia en la que los chiquilines comparten su camino de vida y de fe libremente, a través de propuestas pensadas para motivar el encuentro con otros y con Dios.

El viernes 28 de agosto y viernes 4 de setiembre volvió Catequesis y Providencia volvió a llenarse de un ruido y una alegría muy especial.  Algunos de los cantos que acompañaron este comienzo y preferidos por todos fueron: “hay ángeles volando en este lugar…”, “mueve mi corazón para que te reciba siempre…”, “Llévame donde los hombre necesiten tus palabras, necesiten, mis ganas de vivir…”, que sin duda son un gran reflejo del entusiasmo que se vive con el comienzo de este espacio tan especial.

Este año participan del taller 114 chiquilines del Club de Niños y del Liceo y 15 catequistas que se sumaron a la propuesta. Es una oportunidad para escucharse, compartir la fe y reflexionar en un ambiente de cercanía y confianza para profundizar en el desarrollo espiritual de cada uno.

La Catequesis se realiza todos los viernes en la tarde. “Nos organizamos en tres grupos divididos por generaciones y acompañados por sus catequistas. Cada viernes tiene distintas propuestas, dinámicas, juegos, compartir, cantar y rezar, distintas maneras de conocerse con el grupo y acercarse a Dios”, nos cuenta Florencia Ortigoza, coordinadora de Pastoral. “En cada encuentro no pueden faltar los cantos, las risas y el juego, la merienda compartida es la primera excusa para conversar sobre la semana”, agregó.

En el Centro Educativo Providencia buscamos generar instancias de encuentro y reflexión que motivan a los chiquilines a descubrir a Dios en sus vidas cotidianas, a través de los vínculos que van construyendo a lo largo de su vida.

Asimismo, buscamos que niños y adolescentes puedan descubrir sus potencialidades y hacer un camino de autoconocimiento, y también de respeto mutuo y convivencia.

 «En Dios existe un infinito mar de amor, que está en continuo movimiento. Y ya que no puede más que amar, busca seres que compartan su amor… a fin de que ellos puedan amar como Él ama.» – Padre José Kentenich –